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El puntaje Futbol360

Quienes ideamos Fútbol360 creamos una forma propia de ver y analizar los partidos. Se trata de “medir” todo lo que ocurre dentro de un campo de juego a través de una serie de variables y luego calificar la actuación de un jugador a través de ellas.

Es cierto que la idea de contabilizar pases, remates y demás instancias del juego no es del todo original. Con más retraso y menos desarrollo que en otras disciplinas como el básquet y el tenis, el fútbol de hoy avanza cada vez más sobre este tipo de mediciones estadísticas.

El potencial de ellas es infinito. Cada cuál sabrá en qué dato resguardarse para analizar a algún jugador y qué dato marginará en ese estudio. Pero lo que valoramos es poder dar esa información en bruto.

A partir de ella, el puntaje es un juego. A cada variable le otorgamos un valor (positivo, negativo o bien neutro). Y el puntaje del jugador es el resultante de la suma y resta de lo producido en el campo de juego.

Para dar algún ejemplo de muestra, partimos de la idea de que un gol vale 1.00. Pero como hay distintos tipos de goles, algunos de ellos valen más que otros, depende del lugar desde donde se haya convertido, el tipo de jugada, etc.

Otra de las ideas rectoras es que una misma jugada, en su sentido positivo, debe dar más puntaje que lo que resta en su sentido negativo. Esto es para que mayormente el puntaje resultante sea mayor a 0.00 y no menor. Un ejemplo es el foul: si un jugador lo recibe suma 0.15 pero si lo comete resta 0.10.

En fin, no creemos que nuestro sistema esté libre de falencias. Si bien es preciso y completo, siempre se puede ser más exhaustivo. Por ejemplo, reconoce entre pases correctos e incorrectos, entre pases progresivos, laterales o regresivos, y hasta si fueron largos, cortos o de mediano alcance. Incluso si alguno de ellos formó parte de una “Pared” o fue una “Asistencia”. Pero no distingue el lugar del campo en el que fue hecho.

Es por eso que para la lectura de los datos hay que estar prevenido. Siguiendo el ejemplo anterior, es muy probable que los defensores tengan un alto porcentaje de acierto en los pases, o por lo menos mayor que el de algún talentoso volante. Esto es porque seguramente tienen menos contacto con la pelota y porque pocas veces están en una situación demasiado comprometida para entregar el balón. Por eso recomendamos llevar la comparación hacia jugadores de un mismo puesto.

El ejemplo más cabal de esto es el puesto de arquero. Si un arquero no tocara nunca la pelota en un partido o lo hiciera en muy pocas oportunidades, su puntaje rondaría cerca del 0.00 ó 1.00. Y eso no significaría que haya jugado mal. Sin embargo, también podría darse el caso de que su puntaje girara en esos valores, pero sí sea fruto de una mala actuación.

En fin, lo que buscamos es “medir” la capacidad técnica de un jugador, pero naturalmente dejamos para la apreciación subjetiva otras cualidades como la inteligencia, el oportunismo y hasta la picardía.

Por eso es que sostenemos que nuestro enfoque no intenta competir ni anular la subjetividad. Sólo pretende ser una mirada distinta, con una importante dosis de objetividad pero también de “frialdad”, con todo lo bueno y lo malo que ello implica.


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